Esta forma animal corresponde de hecho a una nebulosa oscura, una densa nube de polvo y gas en la constelación de Orión, el Cazador. En ella, la nariz del gato (o el ojo del zorro) está representada por el cúmulo de la nebulosa de Orión, una agrupación de estrellas cerca de la famosa nebulosa M42. La imagen se basa en datos de la primera publicación del satélite Gaia de la ESA y muestra la densidad estelar observada mientras examinaba esa región del firmamento.
Las nebulosas son regiones del espacio pobladas de gases (principalmente hidrógeno y helio) y polvo estelar (restos de estrellas extintas). Se podría decir que es una nube de elementos químicos en forma de polvo. Su importancia radica en que normalmente es allí donde se forman nuevas estrellas, a partir de la condensación de estos elementos.
Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/28052/un-gato-o-zorro-en-orion/
De manera general, su clasificación se decide por la cantidad de luz que recibe de estrellas cercanas: Nebulosas Oscuras o de Absorción (no emiten ni refleja luz de estrellas cercanas), Nebulosas de Reflexión (reflejan luz pero no reciben la cantidad necesaria de radiación ultravioleta para excitar el gas de la misma) y Nebulosas de Emisión (el mismo gas emite luz por las transformaciones que sufre, producto de la gran radiación ultravioleta presente).
La misión Gaia, lanzada en 2013, está cartografiando más de mil millones de estrellas con una precisión nunca vista. Esta información tiene un valor incalculable para los astrónomos que estudian la distribución de las estrellas a lo largo de nuestra galaxia.
En el hemisferio sur es muy habitual encontrar nebulosas de nubes oscuras como esta, y adivinar formas en estas nebulosas oscuras es parte de la tradición astronómica de distintas culturas, de Sudamérica a Australia, en cuyos cielos encontramos ‘constelaciones de nubes oscuras’ semejantes a diversas criaturas.
El primer lanzamiento de datos de Gaia, presentado al público en 2016, contenía las posiciones en el cielo de más de mil millones de estrellas, así como la distancia y los movimientos de unos dos millones de estrellas. Astrónomos de todo el mundo esperan con impaciencia el siguiente lanzamiento de datos, previsto para el 25 de abril, que incluirá la distancia y los movimientos de toda la muestra de estrellas, ampliando enormemente el alcance del estudio anterior. Sin embargo, la misión Gaia aún no ha conseguido alcanzar a descubrir los secretos de la nueva formación de estrellas en Orión, pero se calcula que en los próximos meses se podría llegar a investigar.
Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/28052/un-gato-o-zorro-en-orion/
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