Hace unos días, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, pos sus siglas en inglés) acaba de reconocer públicamente que observó "actividades anómalas" en Washington DC derivadas del uso de unos aparatos no autorizados conocidos como Stingrays.
Stingrays es en realidad el nombre de la marca de un tipo de interceptor IMSI (siglas en inglés de identidad internacional del suscriptor de un móvil) y son aparatos de vigilancia que imitan a las torres de telefonía, detectando señales móviles.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-43668727
Su funcionamiento es bastante complicado: Suelen ser del tamaño de un maletín y envían señales que "engañan" a los dispositivos móviles para que transmitan su ubicación e identifiquen información. De esta manera, hacen que los teléfonos de la zona se conecten y compartan su número de IMSI y su número de serie electrónico (ESN). También pueden revelar la localización exacta del usuario. Además de reconocer dónde está el teléfono, pueden recabar información de celulares de transeúntes cercanos. Las versiones más sofisticadas son capaces de escuchar las llamadas. Para ello, obligan a los equipos a usar 2G, mucho menos segura que otro tipo de conexiones.
Es curioso que estos aparatos suelen ser colocados en los bajos de los coches o en aviones. Y la única forma de combatirlos es utilizar servicios de autenticación encriptados y servicios de mensajería ultraseguros, de manera que confirmemos la protección de nuestra información.
En un informe de 2014, la ACLU (Unión Estadounidense para las Libertades Civiles) reveló que el estado de Florida gastó unos US$3 millones en Stingrays. La policía de Florida dijo entonces que no podía dar detalles sobre el uso de esta tecnología.
"Esta tecnología plantea serias preguntas bajo la Cuarta Enmienda (la normativa que protege el derecho a la privacidad y el derecho a no sufrir una invasión arbitraria)", aseguró el especialista.
"El público tiene el derecho a la divulgación completa de los registros para poder participar en un debate informado sobre la legalidad y el alcance de esos dispositivos, y supervisar su uso", añadió.
"El público tiene el derecho a la divulgación completa de los registros para poder participar en un debate informado sobre la legalidad y el alcance de esos dispositivos, y supervisar su uso", añadió.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-43668727
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